Cuando decidimos amamantar a nuestra criatura, una de las cosas que más nos preocupa es tener suficiente leche. Tras más de seis décadas de una cultura de biberón, en la que se miden rigurosamente las cantidades que toma un lactante, resulta difícil para nuestra sociedad confiar en la conducta del bebé como única medida para saber si tiene suficiente con la leche su madre o no.
Sin embargo, si recordamos que el diseño original no es el biberón, sino la alimentación al pecho, es de sentido común que no sea necesario medir cantidades para saber cómo está nuestra criatura de satisfecha. La naturaleza ha previsto otras formas más intuitivas y más eficaces.
Amamantar es aceptar el desafío de confiar en otros signos que no siempre son medibles. Los mejores indicadores para ello son:
- Cómo se encuentra nuestra criatura,
- si hace 6-7 pañales de pipí al día,
- si hace deposiciones frecuentes en las primeras semanas de vida, y
- si va ganando peso.
Todo eso nos dirá si estamos produciendo lo que nuestro bebé necesita. Que aguante mucho tiempo entre tomas no es un indicador de la cantidad que producimos, si no de las características de cada dúo madre-criatura. Al final del día habremos producido lo que nuestro bebé necesita. Algunos se lo habrán tomado en 8 tomas, y otros en 12.
Pero, ¿qué pasa cuando realmente hay un baja producción? ¿Cómo lo sé?
Si tienes dudas sobre tu producción de leche, lo mejor es que acudas a tu matrona de zona, ella te ayudará a valorar si realmente es así o no.
Cuando se detecta que efectivamente es necesario aumentar la cantidad de leche que producimos, lo más eficaz es amamantar más frecuentemente. El mejor productor de leche es nuestra propia criatura. Es importante valorar que la posición y el agarre al pecho sean óptimas para la buena extracción de la leche; si no vaciamos bien, el pecho entiende que no tiene que producir lo que no se va a extraer. ¡Es pura economía y gestión de recursos!
Si todo esto está bien y aún así se detecta que es insuficiente, hay que averiguar el porqué para intentar corregirlo. También hay casos en los que tras nacimientos prematuros la mamá necesita aumentar la producción para atender a la demanda de una criatura que en muchas ocasiones no puede succionar aún. Por otro lado, hay causas médicas que también pueden provocar una disminución de la producción de leche.
¿Hay algún producto que aumente la producción de leche?
Tradicionalmente se ha recurrido a preparados de hierbas, comidas y medicamentos a los que se les atribuye este poder de aumentar la producción; son los llamados galactogogos. La ciencia nos dice que el mejor galactogogo es una lactancia a demanda, la succión repetida y con técnica correcta.
Tradicionalmente se han usado la galena o ruda de cabra, el fenogreco, el cardo lechal, el limoncillo y el anís. Su uso en diferentes culturas ha creado el falso mito de su eficacia en la producción de leche. Sin embargo, actualmente no hay estudios científicos fiables bien diseñados que prueben la eficacia de estas plantas. Algunas de ellas, en altas concentraciones, pueden ser tóxicas. Por ello debemos evitar el uso de las plantas sin prescripción de un profesional experto.
También se habla coloquialmente de las almendras, de la chufa, etc. Una buena alimentación es importante en cualquier momento de nuestra vida; durante la lactancia también. Los frutos secos son una buena fuente de grasas saludables, calcio y proteínas. Sin embargo, ningún alimento tiene poderes para actuar sobre la producción de leche.
La cerveza también ha sido calificada como galactogogo popularmente, pero tampoco existe evidencia de que sirva para ello. Hemos de recordar que el alcohol, aún en pequeñas cantidades, es muy perjudicial para el lactante y, por lo tanto, debemos evitar su uso mientras dure la lactancia.
Existen algunos medicamentos a los que se le atribuyen la propiedad de aumentar la producción de la prolactina, que es la hormona encargada de la producción de leche. De todos ellos hay que eliminar los que tienen efectos secundarios importantes y aquellos para los que no hay estudios científicos que prueben su eficacia. Actualmente se considera la domperidona como el único que está indicado usar para este fin, tanto por su eficacia probada como por su seguridad para el lactante.
Dicho esto, volvemos a insistir en que el mejor productor de leche es una lactancia a demanda y la confianza de la madre en su propia capacidad para satisfacer las demandas de su criatura. La automedicación es totalmente desaconsejable.
Si sientes que algo no va bien con tu lactancia, acude a buscar el asesoramiento de un profesional experto. Tu matrona te ayudará a encontrar la causa del problema si lo hay, y los medios necesarios para solucionarlo. En la lactancia no estás sola. Tu matrona te acompañará en las luces y las sombras de este momento tan especial de la crianza.
Paqui Postigo Mota, matrona del Centro Salud Cieza Este, Murcia
3 octubre, 2016 en 18:29
Dormir cuando el cuerpo te lo pide, sobretodo después de dar de mamar ,es la mejor forma de producir mas leche.
NO STRES .
Prepararse física y psicológicamente antes de cada toma, confort, silencio , contacto piel con piel, atención al bebé y mucho AMOR.
Se libera mejor la oxitocina.
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Pingback: ¿Qué puedo tomar para producir más leche? — Matronas y tú – Una Vida Real
13 octubre, 2016 en 09:01
Me ha parecido un post muy interesante. Justo hace unos días yo publiqué una entrada con mi experiencia y unos «consejos» que suelen darnos sobre lactancia y no tienen mucho fundamento. Me he permitido compartir tu post (evidentemente indicando que es tuyo). Te dejo el link al mío por si te apetece leerlo: https://1vidareal.wordpress.com/2016/10/11/lactancia-materna-a-demanda
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