En la mayoría de folletos destinados a madres puedes encontrar las posiciones clásicas en las cuales puedes amamantar: en cuna, tumbada en la cama de lado, a caballito, etc. Sin embargo, es posible que nadie te haya hablado de la posición de crianza biológica. Este concepto fue introducidos por Suzanne Colson, una matrona que escribió su tesis doctoral sobre las posiciones óptimas para desencadenar reflejos neonatales primitivos que estimulan el amamantamiento. Esta posición es la que utilizan para mamar las crías de primates y posibilita que, al igual que ellos, la criatura ponga en marcha sus recursos innatos para alcanzar el pecho. Con dicha posición no sólo se consigue un el enganche espontáneo del bebé, sino también una buena transferencia de leche, incluso en muchos bebés con dificultades previas para el amamantamiento.
Las madres que utilizan esta posición también tienen menor incidencia de problemas, con lo que podrán disfrutar de una lactancia más satisfactoria.
¿En qué consiste?
Colócate boca arriba, semiincorporada, aproximadamente entre más de 15 y menos de 64 grados. Tu espalda ha de estar cómodamente apoyada y tu pelvis relajada, en la que el apoyo fundamental no está en los isquiones sino en el sacro y en la parte posterior de los iliacos, los dos huesos que conectan con el sacro lateralmente. No hay tensión al mantener esta posición, y el cuello, la cabeza y los hombros también estarán relajados. Descúbrete el pecho y desnuda a la criatura también, colocándolo sobre tu tórax entre ambos senos, piel con piel, boca abajo. Ha de estar estable con el tronco y las piernas apoyadas en ti, al igual que la mejilla. Hecho esto, es el momento de tener paciencia y esperar.
¿Cómo reacciona la criatura?
En condiciones normales, en esta posición se dirigirá a uno de los pechos. Le verás cabecear e impulsarse con las piernas hacia el pezón reptando y trepando, guiado por sus instintos y por sus sentidos (fundamentalmente el olfato y el tacto). Algunos se demoran en el trayecto hasta el pecho hasta una hora las primeras veces, conforme vayan aprendiendo serán cada vez más eficaces. Al llegar al pezón, la criatura abrirá la boca y tomará el pezón y una buena porción de areola y comenzará a mamar.
¿He de sujetarle o ayudarle a que encuentre el pecho?
No es necesario, tan solo cuida de que no se desequilibre en su ascenso, sobre todo si está muy cerca de tu costado. Aprovecha para disfrutar este momento y sorprenderte con las capacidades innatas del ser al que acabas de dar a luz.
¿A partir de cuándo es favorable utilizar esta posición?
Desde el primer momento después del parto. Esta posición es especialmente útil en este momento. Tras el nacimiento, se procura que madre y criatura permanezcan piel con piel, ya que tiene grandes beneficios para ambos. Esta posición es ideal; el contacto entre ellos es máximo.
¿Y en una cesárea?
Resulta una posición ideal, ya que la madre está relajada y la criatura no apoya su pecho en el abdomen, sino fundamentalmente en el tórax. Si temes que te golpee la herida, puedes colocarte una pequeña almohada sobre ella.
¿Y si tengo dudas?
Consulta a tu matrona, quien podrá asesorarte adecuadamente sobre este y otros temas relacionados con tu crianza.
Julita Fernández Arranz, matrona del HGU Gregorio Marañón
Nota: imagen de La Leche League International
22 noviembre, 2016 en 18:24
Estupenda entrada. Sólo decir que la imagen tiene autoría (es de La Liga de la Leche) y que estaría bien que se pusiera de quien es
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23 noviembre, 2016 en 23:30
Muchas gracias, Belén. Ya hemos añadido una nota para reconocer la autoría.
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