En España el método anticonceptivo más utilizado es el preservativo; por ser muy accesible, proteger contra infecciones de transmisión sexual y no producir cambios en el organismo. Una de las causas por las que su uso está cada vez más extendido en nuestro país es la desconfianza hacia los métodos hormonales, cuyo uso ha disminuido en los últimos años.
En el anterior post Métodos anticonceptivos I os presentamos una de las clasificaciones de los diferentes métodos y profundizamos en el DIU. En esta ocasión, hablaremos del término eficacia y profundizaremos en los métodos hormonales.
Eficacia de un método anticonceptivo
Para poder decidir qué método utilizar es necesario conocerlos todos y disponer de información sobre su uso correcto, cómo funcionan, cuáles son los efectos secundarios más comunes, y la eficacia anticonceptiva, entre otros. La eficacia de un método anticonceptivo es la capacidad de este para evitar un embarazo, y se mide con el índice de Pearl: el porcentaje de mujeres que se quedan embarazadas en un año utilizando un método determinado. En este sentido, la eficacia de los métodos hormonales es notablemente superior a la del preservativo masculino, cuyo índice de Pearl es de 18, mientras que en los métodos hormonales es inferior a 9. La principal acción de los métodos hormonales es impedir la ovulación, pero además dificultan el transporte y la anidación de los espermatozoides. Son métodos seguros —siempre y cuando no los utilices por tu cuenta— que no precisan descansos, y no es necesario realizar ninguna prueba antes de su uso.
Tipos de anticonceptivos hormonales
Los anticonceptivos hormonales se clasifican en función de las hormonas que contengan y de su vía de administración. Algunos medicamentos interaccionan con ellos y pueden disminuir su efecto, aumentando así el riesgo de embarazo. También es importante resaltar que no todas las mujeres pueden tomarlos. Habla con tu matrona para recibir consejo contraceptivo.
Anticonceptivos hormonales combinados (AHC)
Contienen estrógenos y gestágenos, hormonas que tomarán las riendas del ciclo menstrual y con frecuencia harán que las reglas sean más regulares. Existen diferentes tipos en función de su vía de administración, que se adaptan a las necesidades de cada pareja. Fumar con 35 años o más, tener la tensión alta, migraña, estar inmovilizada durante días, tener o haber tenido enfermedad tromboembólica, accidente cerebrovascular, cáncer de mama, infarto o angina de pecho son algunos de los motivos por los que su uso no estaría recomendado. Entre los AHC se encuentran:
- AHC orales o píldora anticonceptiva: en España se comercializan muchos preparados con diferentes características, algunos tienen un comprimido para cada día y en otros hay que descansar durante un corto periodo de tiempo, normalmente una semana. Se debe tomar una pastilla a la misma hora y la regla vendrá en los últimos días del envase o cuando no se toman pastillas.
- Parche transdérmico: es un parche de plástico fino que debe pegarse en la piel seca y limpia, evitando cremas, polvos, aceites o maquillaje. Se coloca uno cada semana procurando alternar la zona (glúteo, brazo, abdomen, espalda) durante tres semanas, seguido de una semana sin parche. En esa semana vendrá la menstruación.
- Anillo vaginal: Es un anillo de plástico flexible de unos 5 cm de diámetro que se introduce en la vagina y se mantiene durante 3 semanas. Pasadas estas semanas hay que estar sin anillo 7 días durante los cuales se produce la menstruación.
Anticonceptivos hormonales de solo gestágenos (ASG):
Estos métodos no contienen estrógenos, lo que implica que es posible que no haya menstruación o que esta no sea regular; ambas cosas son normales. Los estrógenos son los encargados de que el endometrio (mucosa que recubre el interior del útero) engrose durante el ciclo menstrual, hasta que llega un día en que la concentración de estrógenos disminuye y ese engrosamiento se descama eliminándose en forma de menstruación. Como los ASG no contienen estrógenos, el endometrio no engrosa, o no lo hace de manera regular, así que o no hay regla, o puede que no sea regular. Esto no significa que la menstruación se retenga en el útero, si no que no se produce. Los ASG están contraindicados en menos situaciones que los AHC, pueden usarlos mujeres que fuman, que tienen hipertensión o migraña, por ejemplo.
- ASG Orales o minipíldora anticonceptiva: se debe tomar una pastilla a la misma hora todos los días sin descanso.
- ASG inyectable o gestágeno de depósito: es una inyección que se administra cada tres meses aproximadamente, suele ponerse en el glúteo.
- Implante anticonceptivo: se trata de una varilla de pequeño tamaño que se coloca debajo de la piel del brazo utilizando anestesia local. Puede insertarlo una matrona y tiene una duración de 3 años. Es el método más eficaz.
- DIU hormonal: del que ya hablamos en nuestro anterior post.
- Anticoncepción de urgencia: solo debe usarse si hay fallo del método anticonceptivo habitual. Puede emplearse hasta cinco días después de la relación sexual, pero su eficacia disminuye con el tiempo. Es recomendable acudir a la consulta de la matrona si ocurre, aunque puede adquirirse directamente en la farmacia.
Después de este resumen, si estás pensando cambiar de método pide cita con tu matrona. Ella ampliará la información y te dirá los métodos anticonceptivos que son compatibles contigo.
Lucía Martínez Villarejo, matrona del Centro de salud Goya, Madrid