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Menstruaciones dolorosas: ¿qué es la dismenorrea?

La dismenorrea es una afección caracterizada fundamentalmente por dolor abdominal tipo cólico que acompaña a la menstruación, y que puede aparecer junto a otros síntomas como dolor lumbar, dolor de cabeza y malestar general entre otros. La mayoría de los estudios muestran que la dismenorrea tiene una alta prevalencia en nuestra sociedad; con porcentajes muy variables fundamentalmente en mujeres jóvenes, y en algunos casos llega a ser muy incapacitante para la mujer.

Existen dos tipos de dismenorrea:

  • Dismenorrea primaria: no está asociada a ningún factor identificable y es la más frecuente.
  • Dismenorrea secundaria: está asociada a una patología identificable como pueden ser la endometriosis, los miomas, etc.

¿Cómo se diagnostica?

El primer paso es realizar una historia clínica detallada, en la que, entre otros datos, se indagará sobre las características de los ciclos menstruales, los antecedentes obstétricos, etc.; a la que posteriormente se le añadirían pruebas complementarias si fuera necesario.

¿Cómo se trata?

La primera línea de acción es modificar el estilo de vida. Realizar actividad física de manera regular ayuda a controlar las molestias. También se recomienda una dieta saludable y mantener un peso adecuado.

En cuanto al tratamiento médico, dependerá fundamentalmente de si la dismenorrea está asociada a una causa identificable potencialmente grave o no. En la gran mayoría de los casos, la dismenorrea se trata con analgésicos y anticonceptivos con el fin de controlar el dolor. Es recomendable consultar previamente a tu profesional sanitario de referencia los medicamentos que puedes tomar en un episodio de dolor de esta clase. Existe una alta tasa de automedicación para este problema, fomentada por la dispensación sin receta de los analgésicos más utilizados.

Además de los farmacológicos, existen otros medios para aliviar el dolor:

  • Aplicar calor local con un cojín de semillas o bolsa de agua caliente. Esto, además, favorece la relajación muscular. Es mejor que el calor no sea aplicado de manera continua durante largos periodos de tiempo. Una ducha o un baño caliente también puede ayudarte.
  • Tumbarse con las piernas flexionadas apoyando las corvas en un almohadón es una buena opción para aliviar las molestias, ya que suelen ser más llevaderas en posiciones en las que la zona lumbar y la musculatura abdominal estén relajadas.
  • Masajear suavemente la zona de dolor también puede ayudar.
  • Si se dispone de ello, aplicar un TENS puede ser de gran utilidad, pero requiere no solo tener el dispositivo, sino también saber aplicarlo y programarlo. Se colocan los electrodos en la zona abdominal o lumbar, dependiendo de la molestia de la mujer. Las descargas aplicadas interfieren con la transmisión del dolor haciendo que la percepción de este sea menor. La acupuntura enfocada a esta patología funciona de una manera similar.

¿Tienes dudas? Consulta a tu matrona

Siempre se asocia la matrona con procesos relacionados con el embarazo, el parto y la crianza, pero la verdad es que su perfil de competencias la determina como la cuidadora de la salud sexual y reproductiva de la mujer en todas sus etapas vitales. No dudes en acudir a su consulta si lo necesitas.