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Reconociendo las fases del ciclo femenino: signos de fertilidad o infertilidad

Existe un interés creciente de las mujeres por conocer más su fertilidad, tanto para buscar un embarazo como para evitarlo. Este autoconocimiento se realiza gracias a los cambios fisiológicos que se producen acompañando las fases fértiles e infértiles de las mujeres que, salvo en excepciones, son fácilmente detectables.

Estas variaciones están recogidas, junto con otros métodos, en la planificación familiar natural, que fue definida por la OMS como «Las técnicas para buscar o evitar embarazos mediante la observación de los signos y síntomas que, de manera natural, ocurren durante las fases fértiles e infértiles del ciclo menstrual».

Si el interés de la mujer por este campo está dirigido hacia evitar el embarazo, detectando sus días fértiles y absteniéndose de mantener relaciones en ellos, se recomienda que ninguno de estos signos para reconocer los periodos de fertilidad e infertilidad se use de manera exclusiva, sino que se combinen entre ellos para mejorar su efectividad.

Dos de los signos más utilizados para este fin son la temperatura basal y el moco cervical.

Temperatura basal:

Una vez que se ha producido la ovulación, el folículo del cual ha salido el óvulo se convierte en una estructura llamada cuerpo lúteo que segrega progesterona. La progesterona genera un aumento de la temperatura basal de entre 0,2 y 0,5 ºC de media, y dicho aumento se mantiene durante varios días.

El periodo infértil comprendería desde el tercer día del aumento de temperatura hasta la aparición de la menstruación y el más fértil.

Se recomienda:

  • Comenzar a tomar la temperatura a partir del 5º día del ciclo.
  • Utilizar siempre el mismo termómetro.
  • Tomar la temperatura siempre en el mismo sitio, ya sea de forma rectal o vaginal.
  • Tomarla a la misma hora: al despertarse y antes de levantarse de la cama. Si no es posible, después del descanso más largo que haga la mujer y antes de levantarse del mismo.

Hay que tener en cuenta si se está enferma, estresada o se toman medicamentos.

Moco cervical

El moco cervical también nos ayuda a reconocer las fases fértiles e infértiles de la mujer, mediante la observación de los cambios de aspecto y en las sensaciones que tiene la mujer al respecto.

El aumento estrogénico que se produce en la fase previa a la ovulación produce un aumento de la secreción de moco. Así, se distingue entre el moco poco fértil (que produce sensación de humedad, con aspecto pastoso y blanquecino) y el muy fértil (que produce una sensación de estar mojada, con aspecto elástico, filante y transparente). Este último se considera que es el que acompaña a los días más fértiles.

Se recomienda:

  • Valorar el moco con sus dedos o recogerlo con papel higiénico pasado sobre la vulva después de cada micción.
  • El semen, las ducha vaginales y la medicación, entre otros, pueden alterar las características del moco.

Consulta a tu matrona para informarte adecuadamente sobre cómo utilizar estos signos y aprender más sobre tus ciclos fértiles. Ella es el personal responsable de tu salud sexual y reproductiva y podrá solventar tus dudas al respecto.